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Historia de los legendarios coches BMW Art Cars

Aug 30, 2023Aug 30, 2023

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¿Se ha preguntado alguna vez cómo quedaría un BMW 3.0 CSL de 1975, diseñado por Alexander Calder, delante de su casa? Ahora puede verlo con sus propios ojos. Es muy sencillo.

BMW se ha asociado con Acute Art, una empresa pionera en la creación de experiencias artísticas digitales, para dar nueva vida a estos icónicos modelos.

Con la app Acute Art podrá colocar las obras de arte en cualquier lugar del mundo que usted desee: delante de su casa, en el salón, en la oficina o en su cafetería favorita. Su imaginación será el único límite para decidir cómo y dónde sumergirse en esta experiencia inmersiva de 360°.

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Cuando la gente habla de Art Cars, se refiere a las extraordinarias obras de arte con ruedas de BMW. Y si se pregunta por un BMW Art Car en particular, muchas personas hablarán de su entusiasmo por el BMW M1 Pop Art de Andy Warhol. Sin embargo, centrarse en este único modelo supone ignorar una colección extraordinariamente original y diversa que comenzó en 1975 y que hoy está formada por casi 20 BMW Art Cars diseñados en colaboración con prestigiosos artistas internacionales.

Director de Implicación Cultural de Comunicaciones y Política Corporativas del BMW Group

Fue en ese año cuando al piloto de carreras francés Hervé Poulain se le ocurrió la idea de pedir a un artista que diseñara un coche de carreras. Entonces nadie podía imaginar que estaba naciendo la combinación de automóviles y arte más importante de la historia. El principio básico: un artista de renombre diseña un vehículo de carreras de BMW (más adelante también serán vehículos de serie) siguiendo su propio concepto. ¿Límites e indicaciones? Ninguno.

Los diseños de BMW reflejan la gran diversidad de los artistas participantes, que han utilizado una amplia variedad de técnicas gráficas y artísticas para convertirlos en auténticas obras de arte: desde coches de carreras hasta vehículos de serie y deportivos exclusivos. Los resultados son enormemente diversos. No hay dos vehículos iguales, cada artista tenía plena libertad para elegir la técnica que le pareció más apropiada.

También puedes escuchar este artículo en Changing Lanes, el pódcast oficial de BMW.

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En 1975 nadie podría haber adivinado que el coche de carreras BMW 3.0 CSL diseñado por el escultor estadounidense Alexander Calder sería el preludio de una serie artística legendaria. Nadie, ni siquiera en BMW. Hervé Poulain acudió en persona a hablar con el fabricante. La idea de los BMW Art Cars no surgió de un plan del departamento de Relaciones Públicas, como nos confirma el Prof. Dr. Thomas Girst, director de Implicación Cultural del BMW Group. Poulain acabó utilizando el BMW 3.0 CSL con el no 93 en las 24 horas de Le Mans (➜ Leer más: 24 horas con la piel de gallina). Aunque no llegó a la línea de meta, la repercusión de la colorida creación de Calder fue extraordinaria. Con eso, se dio el pistoletazo de salida de los BMW Art Cars.

Solo un año después, un compatriota de Calder, Frank Stella, creó una segunda pieza. También utilizó un BMW 3.0 CSL y también acabó participando en una carrera de resistencia en Le Mans, con el número 21. Diseñar el BMW Art Car de Frank Stella, el segundo de la serie, fue todo un honor para el autor, gran seguidor del automovilismo, y que orientó su obra sobre la base técnica del soporte original. Dibujó sobre el vehículo una rejilla de líneas que le dio la aparencia de una hoja cuadriculada inmensa. Todo ello en blanco y negro, con lo que el vehículo de carreras, con su sobrecogedora potencia de 750 CV, destacó notablemente entre sus competidores (sobre todo los coloridos) en la parrilla de salida. Además, al igual que ocurrió en el caso de Calder, la pintura la aplicó el legendario maestro de BMW Walter Maurer.

Un año después, en 1977, apareció el tercer BMW Art Car, diseñado de nuevo por un estadounidense. El artista de pop art Roy Liechtenstein utilizó los puntos Ben-Day tan característicos de sus obras para plasmar un paisaje sobre los flancos del BMW 320i Turbo. Y claro, como no podía ser de otra manera, este modelo tampoco se expuso inmediatamente, sino que se puso a prueba primero sobre el circuito, naturalmente, en Le Mans. Los pilotos Hervé Poulain y Marcel Mignot se pusieron al volante del coche con el número 50, acabaron en la 9. posición en la general y en el primer puesto de su clase.

El BMW Art Car más conocido es el BMW de Andy Warhol, un M1. El superdeportivo bávaro es ya de por sí toda una leyenda, pero gracias al diseño del que, seguramente, sea el «pop artist» más famoso, la versión de carreras del BMW M1 se convirtió probablemente en uno de los automóviles más valiosos de la historia. Warhol tuvo algo en común con sus predecesores: tampoco cobró por su trabajo; sin embargo, a diferencia de los otros artistas, que crearon un modelo a escala y luego pidieron que se pintase el coche, fue él mismo quien decoró el BMW. «Intenté reflejar la sensación de velocidad. Cuando un coche avanza realmente rápido y las líneas y colores se vuelven borrosos», explicó el artista. El art car de Andy Warhol encarnó literalmente esa sensación de velocidad, ya que el artista aplicó los seis kilos de pintura en solo 28 minutos. Este modelo de carreras de potencia media solo compitió una vez en la historia, en Le Mans (al césar lo que es del césar), en 1979. Quedó sexto en la general, y de ahí pasó a ocupar su lugar como pieza de museo.

¡El número 5 está vivo! ¡Y mucho! El austríaco Ernst Fuchs se puso a trabajar con un BMW 635 CSi en 1982 y creó la obra denominada «Zorro de fuego a la caza del conejo», el primer BMW Art Car basado en un coche de producción en serie. Además, esta pieza se creó directamente para exponerla. Hasta ese momento, Fuchs era conocido sobre todo por pintar grandes imágenes religiosas. Su BMW Art Car dista mucho de ser algo así, aunque también se ha convertido en todo un icono, especialmente por las sorprendentes llamas sobre el fondo negro.

El sexto ejemplar de la serie es obra de otro pionero del pop art estadounidense: Robert Rauschenberg. Este BMW, un 635 CSi, tampoco participó nunca en una carrera. Sin embargo, sí que es el único BMW Art Car que ha recorrido una vía pública, ¡y al volante se encontraba el propio Rauschenberg! El artista creó su obra con recursos de otros creadores, que procesó con técnicas fotográficas y aplicó a la carrocería del cupé BMW mediante laminados. Así es como se creaban los collages típicos del estilo de Rauschenberg. Con su obra en el BMW 635 CSi, entre otras cosas, puso de manifiesto cómo se imbrican tres mundos: el arte, la naturaleza y la tecnología.

El responsable del BMW Art Car no 7 fue un artista de las antípodas, Michael Jagamara Nelson. En siete días, transformó un ejemplar negro de la versión de carreras del BMW M3 Grupo A en una obra que refleja la cultura y el entorno natural de los aborígenes australianos, a lo que le ayudaron artistas amigos. Para proteger el arte de su cultura, los aborígenes codifican sus dibujos y los pasan de generación en generación a través de trazos sobre las paredes de las cuevas. El BMW M3 parece también un gran puzle de colores. Nelson afirmó que el proceso de creación le permitió plasmar sus sueños en el diseño del BMW. Podemos decir que es un coche de ensueño.

Ken Done completó el doblete australiano en 1989 con el octavo modelo de la colección BMW Art Car. Al igual que en la obra de Nelson, utilizó un turismo BMW M3 Grupo A. Sin embargo, el arte de Done, a diferencia del de Nelson, representa la Australia moderna. Este modelo con el volante a la derecha llama la atención a primera vista, sobre todo por el trabajo de pintura y su acabado colorido. El objetivo de Done era reflejar en su BMW Art Car el lado más alegre de su país: podemos ver la naturaleza, el sol y las playas, además de animales como peces y pájaros. El BMW M3 de Done se puede describir fácilmente con una sola palabra: positividad. Igual que el BMW M3 creado por Nelson, en de Done se paseó por los circuitos Australianos antes de pasar a ser una pieza de museo.

En el noveno BMW Art Car, se volvió a utilizar un coche de producción en serie: el BMW 535i. Se trata del primer ejemplar diseñado por un artista asiático, y llamó mucho la atención por su simpática discreción. El japonés Matazo Kayama vistió el coche con los colores de un aerógrafo, y gracias a un proceso especial de impresión laminada, creó un elegante paisaje sobre la carrocería con la forma de un río. El propio Kayama describió su inspiración: «Mi obra debe tener el aspecto de los cristales de nieve».

Para el aniversario oficioso del proyecto, se invitó a participar en el «Arte sobre ruedas» de BMW a César Manrique. El artista vanguardista español utilizó un BMW Serie 7 para crear su obra en 1990. Y si los visitantes reconocen elementos naturales en los colores llamativos y las formas abstractas que recorren la carrocería, están en lo cierto: Manrique se inspiró en el paisaje de la isla de Lanzarote. Los elementos negros del diseño representan las rocas volcánicas de Canarias; el verde, los bosques; el rojo, la vida. También se pueden descifrar en las formas ondulantes algo que, para Manrique, es esencial en un automóvil: la velocidad al transportar a sus ocupantes.

Ya el modelo de BMW que escogió para decorar A. R. Penck (seudónimo de Ralf Winckler), originario de Dresde, es en sí toda una obra de arte, una rareza: el BMW Z1. Con su composición y sus formas, que eran radicalmente novedosas para su época, y las puertas laterales retráctiles, el BMW Z1 es un hito en el historial automovilístico de la marca hasta la fecha. Penck realizó su contribución a la serie de BMW Art Cars cuatro años después del lanzamiento de este convertible. Inspirado por las pinturas rupestres, creó figuras y símbolos abstractos. ¿Qué significaban? Cada cual que lo interprete a su manera... El artista nunca quiso desentrañarlo, y eso es sin duda parte del atractivo que exuda este deportivo.

Este llamativo BMW Serie 5 de 1991 fue el número doce de los BMW Art Cars. Y algo aún más destacable: por primera vez, la responsable de rediseñar un BMW como obra de arte fue una mujer. El diseño es fácil de identificar como reminiscente de la cultura africana. El diseño del coche, en particular, tiene que ver con la «decoración doméstica de su tribu», según explicó la propia Mahlangu, llamada patrón Ndebele. Es una tradición que se transmite de generación en generación, especialmente entre las mujeres. La artista tardó una semana en diseñar su contribución a la serie de Art Cars. Como la mayoría de sus predecesores y sucesores, el no 12 es sencillamente una pieza de exposición. Y, naturalmente, no hay otra igual.

Sandro Chia se desfogó a fondo con este prototipo de carreras del BMW M3 E46 GTR. El artista italiano se puso en contacto con BMW y les pidió diseñar un Art Car. El resultado es impresionante: quien contempla el coche se siente observado desde muchos puntos, ya que la superficie de la carrocería está repleta de ojos abiertos. Chia lo expresa así: «Sobre un coche se posan muchos ojos. La gente lo mira. Y en este modelo quise reflejar todas esas miradas».

En el viaje de los Art Cars nos vamos de Italia a Inglaterra. La superestrella británica David Hockney dejó su propia huella en la colección BMW Art Car. En este caso, la marca insistió e insistió hasta lograr que el artista colaborase en el proyecto. El BMW 850 CSi de Hockney fue el resultado de un larguísimo proceso de diseño, porque no solo se trata de aplicar pintura, según sus propias palabras. Mediante sus técnicas pictóricas, quiso desnudar el coche y darle completamente la vuelta. Así, sacó a relucir lo que, en su opinión, subyace bajo la carrocería, bajo el coche: su fascinante tecnología.

«Fast Art». Con este lema se puede resumir la obra de Jenny Holzer en pocas palabras. Al menos si nos referimos al punto de partida, un BMW V12 LMR para las 24 horas de Le Mans. La artista es conocida por su vocabulario crítico, por expresiones que pretenden estimular la reflexión, resonar y polarizar. De esta forma tan personal, aplicó palabras con letras cromadas reflectantes y láminas fluorescentes sobre la carrocería blanca de este modelo de carreras, con expresiones como «Eres tan complejo que no reaccionas al peligro». ¿Estás preguntándote qué quiere decir? Entonces es que Holzer ha conseguido lo que pretendía...

El arte automovilístico de Ólafur Elíasson difiere drásticamente de los vehículos anteriores de la serie BMW Art Car. El trabajo de este danés de origen islandés supone una ruptura radical con los modelos anteriores. En él no se reconoce ningún coche, más bien una especie de cáscara gigante. Eliasson es conocido por su trabajo con la naturaleza y los fenómenos físicos en su arte. Y eso es algo que casa con el modelo original de su instalación, ya que bajo esa cáscara hay un prototipo de carreras que avanza utilizando el hidrógeno. Pero volvamos a la cáscara: la envoltura del BMW H2R está compuesta por pequeñas placas metálicas que se rociaron con agua en un inmenso congelador. Así, se creó una armadura helada que mantiene preso al coche, y se convirtió un objeto móvil en uno inmóvil. Este es el enfoque de Elíasson sobre la sostenibilidad de nuestra sociedad.

El BMW Art Car de Jeff Koons no podría faltar en una lista de artistas de primer nivel como esta. Con él, volvió el pop art y la serie regresó a sus orígenes. El BMW Art Car M3 GT2 del estadounidense pretende expresar su velocidad con cada fibra de la carrocería. Los elementos de colores llamativos parecen recorrer el coche a toda velocidad. Incluso cuando está inmóvil, parece a punto de salir volando, de estallar con toda su fuerza. En 2010, el vehículo ocupó su plaza en la parrilla de salida de las 24 horas de Le Mans y fue toda una sensación: en este aspecto, la obra de Koons restablece también la conexión con los modelos BMW Art Car que le precedieron.

Este BMW Art Car fue diseñado por la artista multimedia Cao Fei. En un tributo al carbono, un material empleado en muchos coches de carreras, la artista china eligió una estructura de este material como elemento de fondo para su proyecto. El BMW Art Car no. 18 solo desarrolla toda su efectividad con una aplicación asociada. Mediante la realidad aumentada, el coche de carreras negro se convierte en el foco de una tormenta de colores que ruge sobre el vehículo. Así es como Cao Fei fusiona el mundo real con el digital.

El BMW M6 GTLM diseñado por John Baldessari en 2016 es también un gran exponente del arte en BMW. Los seguidores de los BMW Art Cars tuvieron que esperar seis largos años hasta poder ver una nueva creación de la serie. Baldessari utilizó un número reducido de elementos de diseño, pero a gran escala y de manera muy efectiva. Una palabra lo dice todo, impresa sobre la puerta del conductor: «FASTt». La velocidad, y nada más, es la esencia de los coches de carrera como el BMW M6 GTLM. O como lo expresa el propio artista: «¡El BMW Art Car es, sin duda, la obra de arte más rápida que he creado jamás!».

Casi 50 años después del primer BMW Art Car, ha llegado el momento: el número 20 se presentará en 2024. El BMW M Hybrid V8 ha sido diseñado por la artista de origen etíope Julie Mehretu. Naturalmente, siguiendo la tradición, el deportivo cruzará la línea de salida en una carrera de primera categoría antes de ser exhibido en exposiciones por todo el mundo. Estamos hablando, concretamente, de la carrera más importante y famosa de todas: las 24 Horas de Le Mans. El último miembro de la BMW Art Car Collection es una aportación de BMW M GmbH (➜ Leer más: Neerpasch, leyenda de BMW M). Diseñado para las carreras de resistencia, este modelo cuenta con un sistema de propulsión híbrido de unos 640 CV, formado por un motor V8 de 4,0 litros y un motor eléctrico. Gracias a él, BMW M Motorsport regresará al FIA WEC, el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA, en la temporada 2024. Hemos hablado de combinaciones: la famosa artista Mehretu nos enseña cómo trabaja. Lo hace pintando y dibujando en un estilo poco convencional que confronta al espectador con una articulación visual de la experiencia contemporánea, el comportamiento social y la psicogeografía del espacio. Aparte del Art Car World Tour de 2025, la artista también está desarrollando junto con BMW «The Translocal Media Workshop Series 2025», una serie de proyectos de financiación para jóvenes profesionales de la cultura en distintos países del continente africano. Los resultados de estos talleres se presentarán, junto con la auténtica «escultura rodante» que es el BMW M Hybrid V8, en el Museo Zeitz de Arte Contemporáneo de África, en Ciudad del Cabo.

BMW Art Cars: tres palabras que representan la legendaria combinación de automóviles icónicos como el BMW M1 o el BMW Z1, y artistas reconocidos en todo el mundo, como Roy Lichtenstein o Andy Warhol. Desde 1975 se han diseñado 19 BMW Art Cars, obras de arte únicas. En 2024 veremos el número 20, diseñado por la artista etíope Julie Mehretu.

Autor: Nils Arnold; Art: Lucas Lemuth; Fotos & Vídeo: BMW

exitosa.fallida. Cuando la gente habla de Art Cars, se refiere a las extraordinarias obras de arte con ruedas de BMW. Y si se pregunta por un BMW Art Car en particular, muchas personas hablarán de su entusiasmo por el BMW M1 Pop Art de Andy Warhol. Sin embargo, centrarse en este único modelo supone ignorar una colección extraordinariamente original y diversa que comenzó en 1975 y que hoy está formada por casi 20 BMW Art Cars diseñados en colaboración con prestigiosos artistas internacionales.Alexander Calder / BMW 3.0 CSL / 1975Frank Stella / BMW 3.0 CSL / 1976Roy Lichtenstein / BMW 320i Turbo / 1977Andy Warhol / BMW M1 / 1979Ernst Fuchs / BMW 635 CSi / 1982Robert Rauschenberg / BMW 635 CSi / 1986Michael Jagamara Nelson / BMW M3 Grupo A / 1989Ken Done / BMW M3 Grupo A / 1989Matazo Kayama / BMW 535i / 1990César Manrique / BMW 730i / 1990A.R. Penck / BMW Z1 / 1991Esther Mahlangu / BMW 525i / 1991Sandro Chia / BMW M3 GTR / 1992David Hockney / BMW 850 CSi / 1995Jenny Holzer / BMW V12 LMR / 1999Ólafur Elíasson / BMW H2R / 2007Jeff Koons / BMW M3 GT2 / 2010Cao Fei / BMW M6 GT3 / 2017John Baldessari / BMW M6 GTLM / 2016Julie Mehretu / BMW M Hybrid V8 / 2024Los diseños de BMW reflejan la gran diversidad de los artistas participantes, que han utilizado una amplia variedad de técnicas gráficas y artísticas para convertirlos en auténticas obras de arte: desde coches de carreras hasta vehículos de serie y deportivos exclusivos. Los resultados son enormemente diversos. No hay dos vehículos iguales, cada artista tenía plena libertad para elegir la técnica que le pareció más apropiada.Autor: Nils Arnold; Art: Lucas Lemuth; Fotos & Vídeo: BMW